Sobre el rol del abogado penalista
Algunos aspectos a tener en cuenta sobre el rol de la defensa en nuestro sistema penal.
El rol del abogado penalista es con frecuencia cuestionado por el ciudadano lego, que no está en contacto con el universo jurídico.
Esto obedece la más de las veces a que la opinión pública hace caer todo el peso de la moralidad sobre el hecho criminal, máxime cuando ha sido objeto de tratamiento periodístico.
Los abogados defensores del fuero penal somos eterno objeto de críticas y señalamientos, ya que la palabra ‘defender’ parece ser sinónimo de justificar.
Amén de estos prejuicios que en nuestra sociedad son moneda corriente, el rol de la defensa debe estar despojado de cualquier viso de moralidad,
puesto que la tarea del abogado penalista es hacer respetar derechos en función de hechos concretos acaecidos en una materialidad histórica determinada.
Dicho de otro modo: si el imputado cometió o no el hecho que se le reprocha es algo que sólo él sabe, de hecho muchas veces ni siquiera el abogado puede acceder a esa verdad.
Y si a ese hecho le cabe un reproche moral, tampoco es materia del trabajo profesional del abogado.
Los abogados somos operadores y auxiliares de un sistema que lleva siglos de labranza y es la única herramienta legítima que tienen los ciudadanos para procurar Justicia.
El abogado penalista debe conocer los términos precisos de la acusación y la prueba obrante, y controlar que el proceso se ajuste a la legalidad.
Ahora bien, no podemos decir que el Derecho esté absolutamente desvinculado de la moral,
ya que el ‘Bien Jurídico’ que el Estado busca proteger suele coincidir con valores morales de la sociedad.
La relación entre Derecho y Moral excede ampliamente este texto y ha sido tema de profundos debates por juristas y filósofos.
El rol del abogado defensor no es justificar el accionar del cliente ni aprovechar fallas del sistema,
sino ser un Auxiliar de Justicia que asesora al imputado, explica sus derechos y vela por un proceso justo y no arbitrario.
El consejo de este Estudio Jurídico: a la hora de contratar un abogado penalista, exija claridad, transparencia y asesoramiento.